miércoles, 7 de octubre de 2009

"Mi confrontación con la docencia"

Como Ingeniero en Sistemas Computacionales en Programación y egresada del Instituto Tecnológico de Querétaro, se me presentaron diversas oportunidades de trabajo en empresas del ramo industrial, así como en instituciones educativas e investigación a nivel de maestría; formando incluso, como parte de una sociedad de ingenieros para dar capacitación y asesoría a empresas. Con esta experiencia de alguna forma me fui involucrando poco a poco en aspectos de enseñanza, así fuera como capacitador, asesor o instructor, lo cual creo de aquí, surge mi vocación sin formación en la enseñanza.

Cuando me inicie como maestro formal, se dio que trabajando en una empresa se solicitaba a un docente en el CBTis No.118 para una nueva especialidad que era Programación y solamente por unas cuantas horas; se me hizo atractivo el de combinar empresa – escuela y mas a un nivel medio superior. “Fue una experiencia increíble esta decisión”, primeramente porque sentía la diferencia entre capacitar, asesorar o instruir a un profesionista o a un empleado, no obstante, el de poder aportar mis conocimientos sin recibir nada a cambio a un estudiante. Después considere que esta nueva profesión que había adoptado era muy gratificante en muchos sentidos.

Hasta hoy en día no me arrepiento para nada el de haber elegido ser un docente, y mas, a un nivel medio superior. Porque digo lo anterior, aquí encontré: logros en los jóvenes cuando participaban en un proyecto final o de concurso; emociones cuando llegaban a un resultado o solución, a sentimientos encontrados cuando se enfrentaban a una realidad; a nuevas respuestas o definiciones en conceptos desde su propia percepción y a muchas cosas más cuando uno como adulto no podía comprender.

He tenido muchas satisfacciones en este andar docente, entre ellas me enorgullece cuando un alumno sobresale en cualquier aspecto y además no se olvida de mi, claro, esto me compromete a ser más competente en todo y más porque no me gusta que ellos se decepcionen de mí.

Reconozco también como docente, que no todo es miel sobre hojuelas, que muchas veces las cosas no son como uno las espera y más, si no se logran los objetivos trazados sobre una clase o semestre o cuando un alumno no alcanzo lo que uno pretendía, esto es frustrante, no tanto para el alumno sino para uno mismo.

Hasta hoy, uno de los beneficios que he tenido donde actualmente laboro, es que mi perfil profesional encuadra en la especialidad a la cual imparto clases; probablemente no basada con las características que debe llevar la enseñanza pedagógica pero si con lo que exige la estructura curricular del Bachillerato Tecnológico .

Con todo lo anterior como lo dice dentro del protocolo de la Práctica docente y Reforma Integral del Bachillerato:
"Son hechos que están relacionados, encadenados y que se suceden de forma lógica, es decir, que se rigen por un principio de causalidad, pues todo tiene un ‘antes’ y un ‘después’; este procedimiento le brindará sustento a nuestra historia como fuente de lecciones aprendidas para la vida y el quehacer profesional”.

"Mi aventura de ser docente"

En mi aventura de ser maestro de un poco más de veinte años me ha enseñado a valorar la importancia que esto significa, porque me ha permitido ser una persona útil y de servicio hacia los demás. Para lograrlo pasaron muchísimas cosas, una de ellas es que me permitió equilibrar dentro de mi cátedra; conocimiento académico, disciplina y la realidad subjetiva de otro individuo sin perder de perspectiva mi propio marco de la realidad.
Al inicio como todo docente con carrera profesional y de alguna manera compartiendo con un empleo de trabajo empresarial tendía solamente a lo práctico y a la disciplina, además, mi tipo de docencia estaba dirigido al área de especialidades por el tipo de bachillerato técnico que se ofrece. Entonces, al alumno lo veía como un futuro empleado que tenía que dar resultados según los exigiera la empresa en que próximamente iba a laborar, tendía mucho a la calidad, a que no se debían permitir tener errores y probablemente en ese momento dejaba pasar la parte del factor humano; probablemente de una forma más robotizada.
Con el tiempo decidí cambiar mi forma de pensar y adquirir completamente mi nueva identidad profesional. Primero considere una nueva actitud menos robotizada de servicio hacia mis alumnos, segundo, transmitirles siempre que todo lo que hicieran como logro, según sus capacidades, esfuerzo y dedicación se sintieran orgullosos por muy humilde que fuera y por último que nunca se dieran por vencidos, que siempre existiera el compromiso y la responsabilidad. Hasta hoy sigo trabajando con mis alumnos estos tres puntos de una manera u otra. Aquí empecé aplicar esa hermosa palabra “empatía”.
Para conseguir ser un buen interlocutor me apoyo con las nuevas tecnologías ya que es mi fuerte gracias a mi profesión, aplico dinámicas de comunicación, estrategias de conocimiento y exposición, y en ocasiones si se puede, eventos de debate y discusión.
Para la disciplina desde el primer día de clase emito las normas que se llevaran dentro del aula y en mi asignatura, y además las respeto. Estas normas podrían ser por ejemplo: llevar un orden cuando hay dudas probablemente levantando la mano, otra de ellas considerar pase de lista diario considerando un porcentaje de asistencia, el respeto entre compañeros de grupo, la forma de presentación de tareas, etc.
Para adaptar los contenidos de enseñanza de los alumnos, pese a falta de infraestructura, y a las continuas actividades que provocan la suspensión de clases, planeo anticipadamente antes de comenzar el semestre estrategias de recuperación de contenidos para cubrir mis objetivos; como puede ser la asignación del desarrollo de un proyecto o de un prototipo, la elaboración de una maqueta, la realización de un video, etc.

Los saberes de mis estudiantes

Mis estudiantes de la media superior saben navegar en internet para buscar información para sus trabajos y tareas escolares, conversar y comunicarse por el chat y por correo electrónico, hacer uso de redes sociales como Wikipedia, hi5, Facebook, y Messenger entre otros. Entrar a YouTube para ver videos musicales o de anime, ver programas de televisión como es el futbol, navegar en distintos buscadores, competir para obtener un record con otras personas cibernéticas, ver películas en línea, platicar cara a cara con su Webcam cuando chatean.

La estrategia que construyo con ellos para aprovechar esos saberes es la de solicitar investigaciones previas al tema que se va abordar, envió de portafolios de evidencias u otro trabajo a mi correo electrónico para su revisión o sugerencia, a debatir documentales virtuales estratégicos orientados a la reflexión de algún tema o problemática acorde a su edad, en alumnos novatos enseñar las estrategias de aprendizaje para su buen uso de esta tecnología.

Cuando algunos de mis estudiantes tienen un grado de conocimiento mayor sobre el uso de las tecnologías informáticas estos aplican valores como el de la solidaridad y el compañerismo y gratamente apoyan a sus compañeros, permitiéndoles reafirmar sus conocimientos. Esto se da normalmente dentro de las prácticas de laboratorio de cómputo, de manera extraclase y en lugares específicos como en casa de alguno de ellos, bibliotecas o Cyber.

Prácticamente en mi caso el uso de las TIC son una herramienta educativa más dentro de mi clase tanto para la formación o autoformación del aprendizaje compartido de mis estudiantes. En la mayoría de mis asignaturas se aplican estas herramientas cotidianamente a través de una práctica de laboratorio de algún tema de las TIC o la elaboración de diseño por medio de software que permite crear y diseñar material real generado por este software de diseño grafico o la creación de un pre-proyecto o prototipo aplicado a una empresa o institución real.